domingo, 29 de marzo de 2009

Cazador de realidades

Hace unas semanas veía en la serie animada de televisión “Los Picapiedras” a un pájaro carpintero que dentro de una caja de piedra y alumbrado por la luz de una vela, retrataba a uno de los protagonistas de la serie en una roca plana. El resultado de esto se supone que es una fotografía de la “espacial era de piedra” de esta serie animada.

La escena antes mencionada me hace recordar la cámara fotográfica como un interesante objeto tecnológico, destacando su capacidad de retener el tiempo y de construir la historia.

La primera cámara oficialmente datada es de 1826, esta fue la primera capaz de capturar imagen y consistía en una cámara hecha de madera fabricada por Charles y Vincent Chevalier.

La primera cámara considerada portátil data de 1865. Luego aparecieron otras donde se incorporó una placa sensible frente al lente que permitía grabar la imagen. Éstas eran modelos perfeccionados del daguerrotipo de 1836 que para la obtención de la imagen parte de una capa sensible de nitrato de plata extendida sobre una base de cobre. A partir de una exposición en la cámara, el positivo se plasma en el mercurio. Finalmente, la imagen se fija tras sumergir la placa en una solución de cloruro sódico o tiosulfato sódico diluido. Estas cámaras funcionaban dentro de cuartos oscuros, así se les llamaba a aquellas cámaras que tenían una especie de velo negro que cubría toda la caja -si aun no saben a que cámara me refiero, recuerden aquella que usaba don Ramón en la serie "el Chavo del 8". Los modelos que siguieron fueron incorporando las placas dentro de la cámara misma en lugar de en un cuarto oscuro.

Pero fue en 1929 que la historia de la fotografía sufrió un cambio revolucionario; apareció la llamada cámara Leica que estableció el modelo de la convencional cámara con película fotográfica de 35mm que, hasta muy adentrado el siglo xx, predominó con algunas adaptaciones como la incorporación de flash, corredor y rebobinado automático de la película o contador digital de la misma.

Fotografia tomada con una Leica de 1929



Desde este suceso, la cámara fotográfica se encargó de inmortalizar todos los acontecimientos públicos y privados, buenos y malos de la humanidad, pues su tamaño cada vez más compacto permitía llevarla al lugar mismo del suceso, como lo fue en la Segunda Guerra Mundial, donde gracias a la fotografía se pudo conocer la verdadera dimensión del conflicto en el mundo. Lo que hizo tan famosa a esta cámara fue la captura de imagen en una película que es un soporte compuesto fundamentalmente por una emulsión de gelatina y cristales de haluros de plata que se descomponen al recibir cierta dosis de radiación electromagnética, plasmando la imagen que entra a través del lente.

En los 40 una nueva cámara marcaría un quiebre entre el antes y el después de la fotografía. En 1947 el joven Edwin H. Land asombraría al mundo presentando ante la Sociedad Óptica Estadounidense la primera fotografía instantánea: una cámara que revelaba y positivaba la imagen en tan solo 60 segundos. Este invento se convertiría en el buque insignia de la empresa Polaroid, hasta la aparición de la fotografía digital. (Deben ser muy pocos los que no tienen alguna fotografía de pequeñas dimensiones con el característico marco blanco y reverso negro de esta popular cámara)







Pero aun quedaba mucho por escribirse en la historia de la fotografía y si bien debemos referirnos a las cámaras de video, éstas no quedaran fuera de la mención, pues las cámaras de hoy cumplen con las mismas funciones que las de una videograbadora.

Es en 1991 cuando aparecen las primeras cámaras digitales para la venta. Estas tenían la capacidad de almacenar las fotografías en un CCD o sistemas internos de condensadores que luego permitían traspasarlas a una computadora. La preocupación fue mejorar la calidad de imagen y es en 1997 cuando se ofrecieron las primeras cámaras fotográficas para consumidores de un megapíxel.
Hoy no es raro ver cámaras que poseen pantallas de cristal liquido y ofrecen una resolución de imagen que asemeja la del ojo humano, tampoco es raro que de forma automática capturen las imágenes con un intervalo de tiempo o al sonreír, pero lo que si será siempre una interrogante es hasta qué punto será capaz de capturar la realidad en unos años más. ¿será algun día capaz reproducir en 3D nuestras experiencias de vida?. para saberlo sólo debemos esperar.







Manuel.

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