Seguridad es uno de los temas sociales más recurrentes junto con temas económicos, de salud y trabajo.
En esta publicación no me referiré a seguridad pública. Tampoco hablaré de guardaespaldas o algún tipo de arma, por el contrario, me referiré a un objeto cotidiano y que no daña a nadie, pero que en esta ocasión viene “enchulado” y con la capacidad de salvar vidas. Hablaré de un particular tipo de anteojos.
Según las estadísticas de Carabineros de Chile, en su informe anual correspondiente al año 2006, de 44.839 accidentes de tránsito registrados dicho año, 353 de ellos se produjeron por cansancio físico que derivó principalmente en sueño. A simple vista es una cifra pequeña, pero si lo vemos desde otra perspectiva son 353 accidentes, cientos de heridos y decenas de muertes que podrían haber sido evitadas.
En Estados Unidos los accidentes por cansancio de conductores de vehículos pesados alcanza la alarmante cifra de 100.000 anuales, cobrando alrededor de 1.500 vidas.
En el mundo alrededor del 30% de los viajes se realizan por medio de transporte terrestre y detrás del volante muchos conductores completan más de 8 hrs. de trabajo por sobre las 5hrs. exigidas por ley en la mayoría de las legislaciones.
Es por todo lo anterior, que muchos rubros fundamentales para el desarrollo económico de diversos países, han decidido tomar medidas de prevención que permitan cuidar la integridad de los trabajadores y el normal desarrollo de las producciones. Chile no ha sido la excepción y también ha seguido esta línea.
La edición del día martes 19 de este mes del diario Las Últimas Noticias, destaca en una de sus páginas la novedosa noticia: “Los anteojos que despiertan conductores”. Pero qué particularidad tienen estos anteojos, es lo que revisaremos a continuación.
Desde el año 2004 los accidentes de tránsito por cansancio físico son un tema alarmante en Europa y Estados Unidos, es por ello que en Australia una iniciativa conjunta de trabajadores y empleadores sometió a pruebas a diversos conductores para que probaran una nueva tecnología que alerta de la somnolencia al conductor, emitiendo a la vez una señal a una base de datos. Esta tecnología se llama Optolert y viene incorporada en unos atractivos anteojos. Su principal característica es que detectan los movimientos del ojo y emiten una señal sonora. Los anteojos poseen censores infrarrojos, capaces de detectar la inmovilidad del globo ocular y el movimiento inusual de los parpados en estado de somnolencia. Cuando eso ocurre, los anteojos, que van conectados a una especie de caja negra al interior del vehículo, emiten una señal sonora al conductor que es generalmente una grabación.
Esta tecnología llegó a Chile de la mano de la empresa encargada de seguridad Teknos, en el segundo semestre del año 2008. Esta empresa se ha dedicado por décadas ha implementar sistemas de seguridad de alta tecnología en distintos escenarios y por ello la tecnología Optolert no podía quedar fuera de su gama de productos. Así lo señala el director comercial de la compañía, Alberto Onetto.
En nuestro país una gran empresa minera ya está implementándolo como proyecto de prueba en sus conductores de camiones mineros. El proyecto pretende preservar la seguridad de los trabajadores (que deben realizar faenas por turnos durante las 24 hrs. del día en las enormes máquinas) y la integridad de los rodados, que de sufrir colisiones pueden no sólo cobrar víctimas, sino también generar gastos de millones de dólares, tanto en sus reparaciones como en nuevas adquisiciones.
La compañía que trajo estos novedosos aparatos al país está atenta a la aparición de nuevos prototipos que involucren un menor costo y mayor desarrollo tecnológico, pues la tecnología Optolert no es del todo accesible para la mayoría de las empresas, pues cada dispositivo tiene un costo de US$13.000, en moneda nacional unos 7,8 millones de pesos, gasto no exagerado para CODELCO si consideramos que cada camión que opera en sus dependencias tiene un costo aproximado de 6 millones de dólares, es decir unos 3600 millones de pesos chilenos.
El elevado costo del dispositivo hace que sea muy poco probable su implementación a gran escala, pues involucra una gran inversión para muchas empresas, considerando que deberían implementarlo en toda su flota de transportes. Ahora si pensamos en su implementación en ciudad, prácticamente sería menos del 1% de la población la que estaría dispuesta a hacer una inversión de este tipo en seguridad al volante.
Lo más destacable de todo, es que este dispositivo no sólo alerta al conductor, sino que también alerta a otros del estado de cansancio y sueño, lo que puede ser crucial para prevenir accidentes o acudir a tiempo al lugar del suceso en caso de que ocurriese.
A pesar del elevado costo, muchas empresas en Estados Unidos y Europa han optado por invertir en estos dispositivos, sobretodo las que trabajan con el rubro camionero, pues el mayor flujo de estos vehículos es entre las 2 y 5 de la madrugada, por lo que un accidente a raíz del estado de somnolencia es más frecuente. En Chile aun es una realidad lejana y sólo se vislumbra como un innovador proyecto.
Manuel.
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